Albergue del DIF Guadalajara 009

Lo que no se toma en cuenta desde tales perspectivas, sin embargo, casi nunca, es el hecho de que dichas experiencias diferentes no solo resultan en distintas percepciones (concepciones) de la vida, sino que también forjan distintos caracteres. Y esto es algo de lo que, así mismo, los más favorecidos, o menos desfavorecidos, nos llegamos a beneficiar.

Por ello, la responsabilidad social radica no tan solo en el conocimiento de que existen tales diferencias dependientes de la suerte, sino, asimismo, y de manera igualmente esencial, por supuesto, en la contribución a que otros, también, se consigan forjar un carácter constructivamente perseverante, mediante el conocimiento y seguimiento de caminos sanamente conducentes a ello.

Esto no implica en modo alguno que debamos tolerar las injusticias, ni otros serios errores que se cometen o eventualmente se pueden cometer, sino que nos habilita para dar las acertadas y eficaces soluciones a tales problemas inadmisibles.

La ignorancia y la ingenuidad, son siempre igualmente las causas primeras de cualquier desacierto moral. Por esto, entre las vitales de las funciones que las denuncias públicas tienen, está la de hacer del conocimiento de los fracasados en este aspecto, como los que del CADIPSI y DIF vengo reportando, el hecho de que están equivocados.

No porque ellos ignoren que los abusos que están cometiendo constituyen tales, sino porque lo que no conocen aún, y debe ayudárseles a entender, porque por sí solos no pueden, es que cometer abusos no es realmente conveniente, contra lo que por error moral se obstinan en creer.

El mundo alcanzará un nivel incomparablemente superior en todos los aspectos (moral, social,económico, científico, etc), cuando hayamos sistematizado esta manera de enseñar a todos los demás lo que no debe hacerse y lo que debe hacerse.

Como ahora, podremos siempre también enseñárnoslo a nosotros mismos. Pero siempre a la vez nos será imprescindible que en cualquier caso en que no logremos adquirirlo por nuestra cuenta otros nos ayuden a conseguir este indispensable conocimiento, por el bien de todo el mundo.

Este aprendizaje implicará en gran parte de los casos contumaces, la necesidad de que por obra y gracia ajenas recibamos el estímulo de la vergüenza pública por nuestra obstinación en los errores; así como el de la satisfacción, públicamente, por nuestra perseverancia en los aciertos.

Los promotores del hambre del CADIPSI y DIF de Guadalajara, están desde hace mucho tiempo fomentando, además de los ya mencionados, otros muchos defectos; como, por ejemplo: la desvergüenza y el cinismo, y con ello la malignidad deliberada. O los sentimientos de culpa, y con ello la baja autoestima y la inseguridad.

Respectivamente:

La asertividad psicopática. Un sentimiento elevado de seguridad de que se tiene, irrestrictamente incluso, derecho a abusar, incluso gravemente; debido a una muy fuerte convicción de ello.

Desplegada, por ejemplo, en alto grado, con todo descaro, por Ricardo Zúñiga Miramontes; muy probablemente en este caso, como ya en otras partes he señalado tras observar diversos aspectos de su habitual conducta, por causa de un muy probable (por no decir que seguro) abuso —además— de drogas estimulantes.

Implica falta de conciencia y de remordimientos ante los abusos que el mismo sujeto comete; lo que es un rasgo típico de los psicópatas más peligrosos.

El desquiciamiento. El sentimiento, por la convicción, de que todas las vías por uno transitables son únicamente las que llevan a las drogas, el alcohol, la deshonestidad, la delincuencia y el vividorismo.

Lejos entonces de que el CADIPSI, siquiera en grado mínimo, se asemeje a alguna especie de centro de rehabilitación, es una escuela de vicios, de ladrones, holgazanes y vividores, sumisos y desquiciados; de conductas que pueden llegar hasta lo psicopático.

Y es a la vez muy razonablemente deducible que los antedichos robos están siendo igualmente cometidos por otros empleados que los inquilinos no podemos ver, por hallarse ellos aquí de día; cuando, en el CADIPSI Revolución, no estamos.

Aunque nuestra presencia y observación durante las noches y los inicios de las mañanas, no produce ni la más mínima inhibición en los antedichos cinco encargados durante sus robos.

Y hay testimonios de dos policías, que estuvieron aquí trabajando, que aseguran, por haber sido también testigos, que aquí abundantemente, se comenten robos también durante esas horas. Play

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Más información al respecto:
Presuntos robos en el CADIPSI DIF Guadalajara - Testimonio de un policía que allí trabajó - Dic-12-2019 - Audio

No sólo de comida, sino también de ropa y calzado donados por particulares a fin de que beneficien a los inquilinos; sin llegar, sin embargo, a éstos más que lo que la gran mayoría de los encargados no quisieron tras haber "tomado" lo mejor para ellos.

En el video anterior, más arriba mostrado, puede verse también el siempre arriesgado e irresponsable hecho, mucho más peligroso actualmente, de que en cuando menos este CADIPSI los inquilinos, por decisión —expresa o tácita— del "director", comparten un mismo vaso para tomar agua de los garrafones, el anaranjado de plástico que está en el cuello de este recipiente.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Un garrafón de agua con su vaso compartido en uno de los dormitorios del CADIPSI del DIF de Guadalajara (al fondo).

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Uno de los garrafones de agua con vaso compartido por muchos de los inquilinos en el CADIPSI del DIF en Guadalajara (no en la ciudad hermana en España, sino en México, en el estado de Jalisco).

Es así en el garrafón que hay en el dormitorio que aparece en este video; al igual que, principalmente, en otro de estos recipientes cuando menos, mucho más usado (por inquilinos y no inquilinos), que siempre hay en la entrada de la planta baja y del cual toman, en un mismo vaso, también otros indigentes, externos, por lo general más sucios (porque no tienen dónde bañarse y ni siquiera lavarse las manos, y mucho menos la boca; que no residen en el albergue, sino que son visitantes y en su mayoría viven en las calles.

Y es probable que así sea también en el dormitorio de las mujeres, al cual nunca he entrado.

La irresponsabilidad extrema en este hecho es por demás obvia, siempre, y mucho más ahora que nos encontramos en extraordinaria necesidad de extremar precauciones para prevenir el contagio del coronavirus.

Sin embargo, evidentemente a Jorge Ramón López Ramírez eso no le interesa tampoco, en absoluto. Le interesa sólo cobrar, que es lo único a lo que sí hace sin falta acto de presencia.

El desprecio por los indigentes en la mayoría del personal de este albergue, es tan extremo, que no han considerado que éstos también necesiten y merezcan tomar agua en conos desechables como los demás seres humanos; o como los seres humanos.

Conos no hay aquí NUNCA, por supuesto, porque son únicamente para los humanos, desde su retorcido punto de vista.

En la en casi completo desuso oficina del "director" Jorge López Ramírez, sin embargo, sí hay hasta cuadros lujosos en las paredes, y un escritorio que, como él mismo lo dijo, a su igualmente corrupto jefe Dan Natán Hael Nava, en la única ocasión en que yo hasta ahora he tenido oportunidad de entrar allí, en referencia a su enormidad, sin mencionar su lujo:

"Es una mesa, maestro. Maestro, es una mesa. Ja." "No es un escritorio, es una mesa." Play Faltándole añadir, para ser más explícito: "Para un grupo de diez personas."

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Amenazas y otros abusos del corruptísimo Dan Natán Hael Nava, coordinador de programas del DIF Guadalajara - Feb-27-2020 - Audios

Pero para los indigentes, por supuesto, no puede haber ni conos de papel, siquiera fuera para mitigar la velocidad con que la actual pandemia del COVID-19 se sigue expandiendo, gracias a irresponsables como estos del DIF.

Esto obviamente es no sólo en extremo abusivo, sino extremadamente ingenuo, en cuanto al perjuicio al que los victimarios se están exponiendo también a sí mismos, por la pandemia y por la corrupción en sí.

Y a propósito de irresponsabilidad extrema, en cuando menos este CADIPSI en varias partes del piso hay muchos mosaicos sueltos, quebrados, incompletos o faltantes.

Pero lo que hace esto peligroso, es el hecho de que donde los mosaicos más tienen estos problemas, de todo el albergue, es en la escalera entre la planta baja y el primer piso (o entre el primero y el segundo piso, si así se prefiere decir). Y además no en cualesquiera de los escalones, sino en los más altos, esto es, en los tres últimos o primeros, según se vean desde abajo o desde arriba.

Así que el riesgo de caída por esta causa es el peor posible, al bajar sobre todo, puesto que en los tres primeros de estos escalones casi todos los mosaicos están sueltos e incompletos algunos de ellos, y por esto los pedazos sueltos fácilmente se mueven hacia los huecos de los faltantes.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Ya con la luz solar de la mañana (12 de marzo de 2020), que entra abundantemente por el techo semi transparente del área del fondo; en el segundo piso, en que dormimos 30 inquilinos.

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