Albergue del DIF Guadalajara 004

De hecho, las almohadas aquí apestan tanto, que para mí fue insoportable y una especie de tortura diaria, desesperante y angustiante, el tan solo tener en la cama la que me tocó (una almohada aquí normal; pero sobre la cual ni pensar, por supuesto, en ponerle la cabeza encima), y la colocaba siempre lo más lejos posible de mi cara, en el extremo opuesto de la cama; en una esquina, por la precaución y el asco de tocarla incluso con los pies; deseando cada noche poderla poner de algún modo bajo la cama, pero sin tocar el piso.

Porque de haberla colocado sobre el piso, mucho menos sucio y apestoso que la almohada misma, puesto que el piso al menos casi a diario se trapea, se me habría acusado por el albergue de ensuciar la almohada, sin ninguna duda, porque lo que importa aquí, para la mayoría de los encargados, no es la realidad, sino las meras apariencias mediante palabras falsas. De aquí la necesidad de estas imágenes, que no mienten.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Otra de las nauseabundas almohadas del DIF de Guadalajara. Marzo 12 de 2020.

De haber una "cámara" para olores, o que los incluyera, que, además o únicamente, capturara y reprodujera los olores, te habría podido dar una idea mejor, publicando también este otro asqueroso aspecto.

Sin embargo, para darte una idea aún más clara que la que las imágenes por sí solas ya dan, de la seria contaminación que esto implica, hay que tomar en cuenta que la gran mayoría de los inquilinos de este tipo de albergue, para gente en extremo pobre, tiene hábitos de higiene (y de todo otro tipo) pésimos; y en este albergue esas condiciones muy antihigiénicas se multiplican, por la simple acumulación de muy numerosas, y diversas, suciedades a través del tiempo.

No pude liberarme de ese riesgo y desagrado, de tener cada noche y mañana esa almohada tan cerca, sino hasta semanas después de llegado al CADIPSI, cuando por suerte se presentó la oportunidad de ayudar a un compañero del albergue un poco, que necesitaba algo para apoyar, al dormir, una pierna hinchada y adolorida.

Al mismo tiempo, muchas de las almohadas en este albergue no tienen funda, por lo cual es imposible reducir su suciedad y pestilencia, incluso estando dispuestos los inquilinos a lavar las fundas por nosotros mismos, en los casos en que no las hay.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Marzo 12 de 2020.

De cualquier manera, las almohadas que sí la tienen están en sí mismas (independientemente de la funda), tan sucias y apestosas que ni lavando la funda se pueden usar sin tener que soportar muy mal olor y estar en riesgo de adquirir alguna enfermedad.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Marzo 12 de 2020.

Las fotografías de camas que aquí muestro, son de algunas de ellas solamente; de las que pude fotografiar sin que ninguno de los encargados, los policías y los inquilinos se diera cuenta en esos momentos.

Puesto que este albergue no lava las toallas, porque no son vistas, normalmente, de manera pública, y las meras quejas de los inquilinos simplemente redundan en echarlos fuera del albergue, algunas son lavadas, de cuando en cuando, por algunos de los mismos inquilinos. Eso fue lo que yo hice en cuanto aquí llegué, por precaución y liberarme del hedor de la toalla que me tocó.

Pero como si no fuera bastante con el hecho de que el albergue no lava las toallas nunca, ni siquiera tampoco pide, ni mucho menos exige, que los mismos inquilinos lo hagan.

Y la gran mayoría no lo hace, puesto que este desaseo es una costumbre que ya trae de años atrás o de toda la vida. Y al CADIPSI, por supuesto, no le interesa hacer algo por corregir cuando menos eso.

En los tendederos, que son demasiado cortos, pocos y están demasiado juntos entre sí y a la pared, no hay espacio para poner a secar sábanas ni cobijas; por lo cual éstas nunca se lavan, ni siquiera por los pocos inquilinos que, meramente por su conciencia y su voluntad, estuvieran dispuestos a hacerlo.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto La ropa en los tendederos; "lavada" con agua muy sucia; muy cercanamente expuesta al canal de aguas pestilentes (por si no fuera bastante con la contaminación de la "lavada"); y, como aquí puede verse, al mismo tiempo a los escusados y sus excrementos y orines, contenidos por largos ratos muy a menudo.

Estos pocos e insuficientes tendederos, además están en un lugar muy inapropiado para su función: dentro del cuarto de baño, donde con mucha frecuencia se están despidiendo de las tazas y el mingitorio fuertes olores a excrementos (contaminantes emanaciones de heces fecales) y orines.

Como si esto no fuera bastante, estos tendederos están ubicados en uno de los peores lugares posibles dentro del cuarto de baño: muy cerca de los escusados y justo encima de un canal (semi cubierto solamente por una rejilla) por el que corre y en el que hay constantemente agua muy sucia y pestilente.

Como puede verse en estas fotografías (en las páginas de este reporte, publico muchas más a este respecto):

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Los muy cortos y muy juntos tendederos (al fondo), los escusados (al lado derecho del fondo) y el canal de aguas residuales (al fondo debajo). Marzo 06 de 2020.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Dos armellas sujetando por el lado izquierdo los prácticamente dos tendederos de ropa, para 38 de los inquilinos del CADIPSI Revolución. Marzo 06 de 2020.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto Y dos armellas sujetando por el otro lado, los tendederos. Marzo 06 de 2020.

Y digo que "prácticamente dos", solo dos tendederos, porque aunque sean más de dos, obviamente sujetados a no más de dos armellas no pueden funcionar realmente como más de dos.

Sin embargo, en realidad también ocurre que ese erróneo intento de solucionar ese problema de escasez de tendederos está resultando en que ni siquiera dos puedan usarse bien.

Un ejemplo de ello es que un día tendí allí un pantalón que yo acababa de lavar cuidadosamente, y, sin embargo, después de que salí del raro cuarto de excreción y de lavado alguien más que entró lavó, insuficiente o deficientemente, otro pantalón y lo puso a secar en otro tendedero, pero, por falta de espacio o por descuido, que está sujeto a la misma armella que el tendedero que yo usé; quedando por ello, en parte, en contacto con el mío.

Esto causó que los dos pantalones tardaran más tiempo en secarse completamente, y que el mío adquiriera el mal olor del otro en la parte en que estuvieron en mutuo contacto.

Y estos dos problemas aquí, repetidamente incluso, los llegamos a padecer todos, los inquilinos por supuesto.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - Foto El canal de aguas residuales que está debajo de los tendederos, y que constantemente provee, suciamente, de humedad a la ropa tendida arriba de sí; al tiempo que está ésta impregnándose de las bacterias dimanantes de las excreciones de los muy cercanos escusados y el mingitorio. Marzo 06 de 2020.

También es preciso tener en cuenta que una gran parte de los inquilinos con mucha frecuencia no baja, y otra parte importante nunca, a los escusados y el mingitorio después de defecar y de orinar, por las dos causas que antes señalé.

Y por el lado de los descuidos de los inquilinos, esto no va a mejorar, sino acaso muy poco, con letreros y/o llamadas de atención que ingenuamente se implementaran, porque serían de modo general, al no saberse casi nunca quién cometió la falta.

Si bien es por supuesto necesario en cualquier caso reparar los escusados y el mingitorio para así poder bajarles del modo normal, con mayor sencillez y más rápido; y con ello, sobre todo, reducir la contaminación dentro de este cuarto, esto no va a resolver tampoco del todo ninguno de los problemas que los actuales tendederos aquí conllevan.

La solución, racional y eficaz, en estos casos, es reubicar los tendederos a un sitio apropiado, sobre todo tomando en cuenta que en este albergue ese lugar ya lo hay, y actualmente además sin uso.

Como es bien sabido, esta suciedad en condiciones húmedas constituye un caldo de cultivo para gérmenes patógenos.

Además, muchos de los inquilinos, puesto que las camisas de tela gruesa y, por lo general, los pantalones no alcanzan a secarse de la noche a la mañana, y están muy escasos de ropa, se la llevan puesta todavía húmeda en la mañana; entre ellos yo mismo en muchas ocasiones; por necesidad, repito.

La antedicha condición de humedad en el uso, huelga repetir lo ya implícitamente dicho, no es, ni de lejos, la única causa de este serio defecto de higiene y riesgo para la salud (por si a algún retrasado ahora se le ocurriera osar arguir echando mano de ese vicio de argumentación), sino una agravante de lo que incluso ya estando la ropa seca cuando se usa sometida a ese insalubre modo de secado es grave.

En las siguientes 8 fotos, el humidificador patógeno de los, por los robos de encargados, filtrados (de este modo sí hay "limpieza" aquí) andrajos de los subhumanos "animales" en el CADIPSI, albergue del DIF de Guadalajara.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - FotoMarzo 06 de 2020.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - FotoMarzo 06 de 2020.

Los asquerosos engendros de la extrema corrupción en el albergue CADIPSI del DIF Guadalajara - FotoMarzo 06 de 2020.

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